Innovación en Educación. Concepto y posibilidades.
Para la realización de la siguiente reflexión
del tema 5, se toman como referencia las actividades propuestas por la
profesora a lo largo del mismo.
¿Qué entender cuando hablamos de innovación?
Podríamos definir la innovación educativa como el conjunto de actuaciones
grupales orientadas a la mejora de
una problemática dada en el contexto educativo. Es un proceso a largo plazo, consensuado y subjetivo, en tanto que surge
de una necesidad y/o demanda social. Innovación es todo aquello que se
introduce por primera vez en un
contexto nuevo, lo que no implica
que necesariamente haya que crearlo.
Es frecuente confundir el concepto de innovación
con los términos de reforma y renovación. Hagámoslo más claro a través de
ejemplos.
Toda innovación supone renovación; sin embargo,
no toda renovación tiene por qué ser innovadora. Una reforma por lo general, es un cambio generado de arriba hacia
abajo. Parte de la Administración afectando a todo el sistema educativo en su
conjunto, o bien en su estructura. Un ejemplo
de reforma a nivel educativo podría ser la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de
diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
Por otro lado, la renovación educativa supone el paso a un estado nuevo, abandonando
es que ya se considera “viejo”, confiriendo una nueva energía y adquiriendo un
sentido de globalidad. Un ejemplo de
renovación podría ser “adaptar los contenidos educativos a plataformas
e-learning”.
Por último, un ejemplo de innovación, que el grupo de trabajo del que formo parte
ha propuesto, sería implantar en Cantabria la metodología “Flipped Classroom”,
que tiene su origen en países anglosajones y está escasamente explotada en la
autonomía, a cualquier nivel educativo.
Restrictores >> Soluciones
Ante los diferentes restrictores que inhiben la
innovación educativa, es importante que pensemos en posibles soluciones o
alternativas que motiven a los docentes a sumergirse en las propuestas. Involucrarse
en un proyecto de innovación, es al inicio entusiasta, mas, cuando estamos de
lleno en el desarrollo del mismo, surgen un sinfín de problemas que ponen en
peligro la continuidad.
Uno de los principales problemas, es la cantidad de tiempo que la organización
y desarrollo del proyecto exigen. Lo difícil no es empezar, sino mantenerse.
Por ello es importante tener siempre presente cuál es el objetivo principal que
se persigue, cuál fue la motivación que dio inicio al proyecto.
Otro factor frustrante, es la falta de resultados observables, directamente
relacionado con el factor temporal. La observación de resultados en estos
proyectos, requiere de tiempo y un gran esfuerzo
por parte de todos los participantes en el desarrollo del proyecto. Es por esto
que, a menudo, hay un rechazo por parte
del docente hacia la involucración en estas propuestas.
Además, la rigidez
del curriculum, no ayuda a que el desarrollo sea fácil. El sistema
educativo exige al alumnado la muestra de la adquisición de las competencias
establecidas en la ley vigente y los diferentes decretos de concreción
autonómica. Por ello, hasta ahora, los docentes han venido apoyándose en una
metodología estable, apuntalada en el uso de los libros como material didáctico
por antonomasia. Encuentran en estos recursos seguridad, debido a la
organización y estructuración de las actividades en torno al tema pertinente.
Los proyectos de innovación crean, por tanto, incertidumbre, al no responder a pautas y rutinas consolidadas.
Por otro lado, la mayoría de los docentes no se consideran competentes ni formados
para trabajar en base a esta metodología que, unido a la falta de apoyo y acompañamiento metodológico de profesionales,
genera de nuevo sensación de inseguridad en los docentes. También la escasez de recursos materiales merma
las posibilidades de éxito de la propuesta. Por último, podría suponer un
problema la posible negativa de las
familias a que sus hijos participen en dicho proyecto.
Hay que admitir que estos problemas pueden
frustrar a cualquiera, sobre todo a quienes se inician en una propuesta sin
haber participado en ninguna otra con anterioridad. Resulta difícil dar
respuesta a esta problemática.
Para empezar, frente al rigor del curriculum, sería necesario aislar los contenidos que son
realmente importantes y necesitan de una explicación más teórica, de aquellos
que son complementarios a los primeros y los niños pueden aprender de forma más
autónoma. En este sentido, estos contenidos complementarios, podrían
presentarse en otros soportes y plataformas que resulten atractivas y dinámicas:
juegos, imágenes, vídeos, cuentos…
En cuanto a la cantidad de tiempo necesaria,
está claro que el docente va a tener que hacer un gran esfuerzo y dedicarle
horas al proyecto.
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